Taller de Tarea

¿Buscas tiempo para hacer la tarea con tu hijo?

¿No se ponen de acuerdo en el tiempo que le dedican a hacer la tarea tu y tu hijo?

¿Buscas un método adecuado para que tu hijo desarrolle más habilidades
y haga adecuadamente la tarea?

La tarea tiene el objetivo de reforzar los conocimientos vistos en clase, nosotros ayudamos a tu hijo a que realice su tarea con diversos métodos enfocados a la Psicología Educativa. Además desarrollamos su potencial en diversas áreas con el objetivo de que se divierta, siga aprendiendo, desarrollando al mismo tiempo autonomía y habilidades útiles para su vida tanto personal como escolar.

Es un espacio que dedican nuestros psicólogos especializados 100% a tu hijo, tiempo que a tu pequeño le servirá para tener una perspectiva diferente de cómo realizar su tarea, pues nuestros consultorios están diseñados para que se sienta cómodo y listo para continuar con su desarrollo.

Tú como padre de familia interesado en el bienestar y desarrollo de tu hijo diseñas el programa de acuerdo al número de horas convenientes tanto para tu pequeño como para ti. Así mientras trabajas tienes la confianza de que tu hijo está en continuo desarrollo y al recogerlo su tarea también estará completa.

Llama ahora, aparta tu lugar y empieza apoyando el continuo desarrollo de tu hijo.

Acerca de la Tanatología…

¿Cuando acudir al apoyo Tanatológico?

Cualquiera de los siguientes puntos son un indicador de que usted necesita orientación y apoyo de un especialista en tanatología:

• Usted está atravesando por cambios importantes en su vida y siente que esto
  está afectando su estabilidad emocional?.
• Usted está enfrentando alguna pérdida significativa como una separación,
  o el fallecimiento de un ser querido?.
• Usted o un ser querido está presentando pérdidas importantes en la salud?.
• Usted considera que necesita resolver un duelo, ya sea por un suceso reciente
, o bien, por algo que sucedió mucho tiempo atrás?.


El término Tanatología fue acuñado en 1901 por el médico ruso Elías Metchnikoff, su significado es “estudio de la muerte” y en ese tiempo era una rama de la medicina forense que abordaba únicamente el punto de vista médico-legal.

Pero actualmente la Tanatología ha evolucionado, es una ciencia dedicada al estudio interdisciplinario de la muerte, pues alrededor de una persona que atraviesa su proceso de muerte (por enfermedad, accidente, o vejez) se enfrentan situaciones de aspecto médico, legal, espiritual, religioso, emocional, etc., tanto por parte de esa persona como por todos los seres que le rodean, pues ellos se enfrentan al duro proceso de duelo.

El duelo
Elaborar el duelo es superar una pérdida, en este caso nos referimos principalmente a la pérdida por muerte de un ser querido, sin embargo a lo largo de la vida estamos atravesando por duelos de distinta magnitud, pero lo importante es hacerlo sanamente y es aquí donde el trabajo tanatológico busca proporcionar las herramientas necesarias para que ante esta situación tanto el paciente como sus seres queridos puedan enfrentarse de una forma más sana a la inevitable pérdida, respetando siempre las creencias de cada quien.

Etapas de la elaboración del duelo
La doctora Klübler Ross (1926-2004) hizo innumerables estudios acerca del proceso de muerte, y una de las más grandes aportaciones de su trabajo ha sido proponer: las cinco etapas del duelo, que logró al observar y entablar diálogo con los enfermos terminales. Los estados de ánimo de estos pacientes eran variados, y el duelo a veces se estancaba en una de las etapas, o regresaba a las primeras, en una rebeldía ante una realidad que los retaba y los inconformaba por la ausencia de salud y la situación de pérdida.

Las etapas tienen un orden determinado, pero pueden ser vividas en un desorden que brinca de una a otra no encontrando aceptación.

1.- La Negación. “¡no puedo creerlo, no puede ser!” Es el ajuste a una dura realidad que se presenta. Negando el hecho, se amortigua el golpe de lo inesperado y terminante.

2.- Ira o enojo. “¿Por qué a mí?” Es la rebeldía ante lo que no está en nuestras manos, impotencia ante los hechos. Aquí se generan sentimientos de envidia hacia los demás que no están sufriendo la pérdida.

3.- Negociación. “Prometo no volver a …” o “te ofrezco tal o cual cosa a cambio de que el diagnostico no sea grave…” aquí puede aparecer mejoría y se busca un pacto con Dios ¡Déjame o déjalo vivir y hago esto, aquello, o lo otro! Se busca un sacerdote o guía espiritual.

4.- Depresión. Tristeza profunda, en esta etapa se debe apoyar sin decir nada, sólo acompañar, oír en silencio. Una cosa es la tristeza y otra la depresión, esta última es una enfermedad que se puede extender y complicar, por eso es importante descubrir cuál de las situaciones vive el doliente, para que reciba la ayuda apropiada y necesaria en su caso.

5.- Aceptación. Esta etapa tiene como característica propia la voluntad de aceptar. ¡Acepto! Aquí aparece una actitud desprovista de sentimientos, un acomodo a lo irremediable. Cuando llega la aceptación, se propician nuevos comienzos, aprovechando lo que se tiene para seguir adelante.

Tanatología… una nueva filosofía de ver la vida
Cuando atravesamos situaciones de pérdida, como el complejo proceso de muerte de un ser querido, o fuertes cambios a lo largo de la vida que nos sacuden, como una ruptura sentimental, un divorcio, crisis de la edad, cambio de residencia, etc., sin duda reflexionamos acerca de lo que somos y de lo que queremos hacer, del sentido que queremos dar a nuestra vida, sabemos que debemos hacer lo posible por vivir mejor y empezamos a enfrentar en mayor o menor grado las etapas del duelo antes mencionadas como parte natural del proceso de adaptación a nuestra nueva condición; en este proceso la orientación tanatológica enseña a encontrarle sentido al dolor, y nos ayuda a llevar a la vida diaria una actitud distinta, de mayor aprendizaje con respecto a lo que nos duele y mayor goce de lo que aun tenemos, por lo tanto se convierte en una filosofía de vida, pues se trata de tener la conciencia de que cada instante es único e irrepetible por lo que necesitamos permitirnos vivir las emociones de forma adecuada para que no se conviertan en una carga y por el contrario, nos permita crecer para convertirnos en mejores personas.

En la base científica actual del Autismo existe una alteración neurobiológica que es distinta en cuanto a su naturaleza de un caso a otro, y que para una parte de las personas con autismo, corresponde a síndromes neurológicos conocidos; para otros ligado a alteraciones cerebrales de variada naturaleza y para otro porcentaje de la población autista el origen del trastorno es poco claro y con bases sin un fundamento específico.

Acerca de una definición actual con respecto al autismo se deben considerar criterios tales como: Una grave alteración en la interacción social, una anomalía de la comunicación verbal con distintos grados según cada caso; con prosodia monótona y con frecuencia presentando un lenguaje ecolálico. Asimismo existe un repertorio de comportamiento restringido con una pobreza de fantasía por un lado, y en consecuencia ausencia o escasez de juego simbólico; y por otro lado, estereotipias motoras, pobreza de intereses y una excesiva insistencia en hacer las mismas actividades (girar un objeto, ver el mismo libro siempre, el mismo programa, usar siempre el mismo vaso o plato a la hora de comer, etc.).

Con todo esto se puede manifestar que existe una marcada hiperselectividad en la mayoría de los casos con autismo reflejada en cómo viven cotidianamente y la manera en que responden a los diversos estímulos que se les presentan a diario, llámense objetos, colores, formas y situaciones.

Por supuesto es importante diagnosticar con toda precisión el nivel y/o grado de autismo en un niño, procurando enfocar el tratamiento más adecuado para cada caso, siendo lo más claro y preciso con los objetivos en cada terapia de tratamiento, y aplicarlo lo más tempranamente posible ya que así se verán progresos más notables y no a largo plazo, sino que quizás a corto y mediano plazos. También es importante hacer un diagnóstico diferencial muy objetivo para descartar otros posibles trastornos en los cuales se presentan características similares a los del autismo y del mismo modo estudiar a fondo todos aquellos factores o síndromes que puedan estar asociados al trastorno autista dentro de cada persona.

En relación a los tratamientos actuales, se ha divulgado mucha información a nivel mundial, no obstante muchas veces ésta carece de seriedad o de objetividad ya que no posee las suficientes bases científicas y de investigación experimental. Podemos citar algunas de las terapias y/o tratamientos que apoyan al trabajo con personas autistas tales como:
Terapias de Integración Sensorial
Terapias de Desarrollo Psicomotor
Terapias de Comunicación y Lenguaje
Terapias Cognitivas
Terapias de Modificación de conducta
Terapias de juego
Desarrollo de habilidades de repertorio básico y de autocuidado
Musicoterapia
Desarrollo de habilidades sociales y de integración social.
Desarrollo de teoría de la mente y funciones ejecutivas.
Como terapias complementarias y alternativas existen la Delfinoterapia y la Equinoterapia como las más reconocidas a nivel internacional por sus resultados.

Para niños con un grado de autismo menos severo existen posibilidades de una integración escolar en un contexto regular, en donde el principal manejo y tratamiento radica en mejorar su conducta, sus habilidades sociales, aspectos académicos con una debida adaptación al nivel del niño y por supuesto la parte de la comunicación y el lenguaje a nivel verbal.