¿Qué es la hepatitis A? En los niños, la forma de hepatitis más frecuente es la hepatitis A. Este tipo de hepatitis es causada por el virus de la hepatitis A (VHA), que se encuentra en las heces de las personas infectadas.
El virus puede estar presente en alimentos y objetos contaminados (desde el picaporte de una puerta hasta los pañales de un bebé).
El virus de la hepatitis A se contagia: Cuando alguien se lleva a la boca un objeto contaminado, incluyendo las manos que estuvieron en contacto previamente con otro objeto contaminado con el virus.
A través del agua, la leche y los alimentos contaminados, sobre todo el marisco.
Los inodoros y los lavabos utilizados por una persona infectada deben limpiarse con desinfectantes. Quienes conviven con o cuidan de una persona con hepatitis deben lavarse las manos después de cada contacto que mantengan con el enfermo. Además, en caso de que un niño o adulto vaya a emprender un viaje a un país con elevada incidencia de hepatitis A, deberá recibir por lo menos dos dosis de la vacuna contra la hepatitis A.
¿Cómo se diagnostica la hepatitis? Se diagnostica y puede hacerse un seguimiento de su tratamiento mediante análisis de sangre fiables y fácilmente accesibles.
¿Cuáles son los síntomas?El período de incubación (el tiempo que tarda una persona en infectarse tras exponerse al virus) en la hepatitis A es de dos a seis semanas.
La hepatitis, en sus primeras etapas, puede provocar síntomas parecidos a los de la gripe, como: malestar general, fiebre, dolores musculares, pérdida del apetito, náuseas, vómitos, diarrea, ictericia -coloración amarillenta de la piel y de la esclerótica (blanco del ojo)-.
No obstante, algunas personas no presentan ningún síntoma y ni siquiera saben que están infectadas. Por ejemplo, los niños con hepatitis A suelen presentar síntomas leves o ausencia total de síntomas.
Si la hepatitis progresa provoca mal aliento, sabor amargo en la boca, la orina se vuelve oscura o del color del té y las heces se vuelven blancas, claras o del color de la arcilla. También puede haber dolor abdominal, concentrado bajo las costillas del lado derecho (sobre un hígado inflamado y dolorido).
A pesar de que el virus de la hepatitis puede provocar una enfermedad de larga duración (de hasta seis meses), generalmente sólo provoca enfermedades de corta duración y no es causa de enfermedad hepática crónica.
¿Cómo se puede prevenir la hepatitis A? Por lo general, para evitar que su hijo contraiga una hepatitis de origen vírico usted debería:
• Mantener unos buenos hábitos de higiene y evitar condiciones de hacinamiento e insalubridad.
• Ser especialmente cuidadoso si viaja a zonas donde las condiciones sanitarias
son deficientes y la calidad del agua sospechosa, sobre todo al beber o nadar.
• No comer nunca marisco o pescado procedentes de aguas contaminadas con aguas residuales.
• Recordar a todos los miembros de la familia, sobre todo a los niños,
que se laven las manos a conciencia después de usar el váter y antes de las comidas.
• Si un miembro de su familia contrae la hepatitis, utilizar desinfectantes
para limpiar los retretes, lavabos, orinales o cuñas que haya utilizado esa persona.
Existe una vacuna contra la hepatitis A que está especialmente indicada para:
• Niños a partir de un año de edad
• Las personas que hacen viajes
• Las personas que padecen otros tipos de enfermedades hepáticas
• Las personas sexualmente activas
• Las personas con trabajos de alto riesgo, como el personal sanitario
o de los centros escolares y de preescolar.
Si tiene pensado viajar al extranjero, consulte asu médico con suficiente antelación para que les dé tiempo tanto a usted como a al resto de su familia para completar el ciclo de vacunaciones necesarias. La vacuna es especialmente útil para quienes trabajan en centros de educación infantil, como escuelas o guarderías, donde el riesgo de exposición a la enfermedad es mayor.
Tratamiento No existe ningún medicamento para tratar la hepatitis A.
Los pacientes con formas leves de la hepatitis se pueden tratar en casa.
Cuando los síntomas son graves o los análisis de laboratorio indican que se ha producido lesión hepática, a veces es necesario tratar la hepatitis en el hospital.
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